Los avances en ciencia
se basan en los conocimientos previos, pero hay que compaginarlo con el sistema
de revistas y protección intelectual.
En investigación nadie parte de cero.
Hasta los descubrimientos más o menos por azar parten del conocimiento
anterior. Mientras mayor sea la base sobre la que trabaja un científico, más
fructífero será su trabajo. Pero esta situación plantea un dilema: el de la
propiedad intelectual de los hallazgos. Y, más aún, el de aquellos que se han
financiado con fondos públicos. A ese caso se refiere la encuesta de Atomium
Culture de esta semana —Los resultados de la investigación: ¿deben o no ser un
bien público? -. Como en las semanas precedentes, los
resultados, tanto los meramente numéricos como los comentarios, serán
elaborados y presentados a la Comisión Europea por el consorcio Atomium —un
grupo en el que participan empresas, universidades y medios de comunicación
europeos, entre ellos EL PAÍS—, que los tendrá en cuenta para la elaboración de
su estrategia Horizonte 2020.
La pregunta llega en un momento de intenso debate entre quienes defienden a
capa y espada la privacidad de los resultados de cada grupo, y quienes piensan
que, en aras de un bien común, deben habilitarse formas para compartir los
hallazgos que no supongan un abuso del trabajo de grupos competidores pero, a
la vez, que no desincentive a los más punteros. Esta cuestión se plantea aún
con más intensidad cuando los fondos empleados en la investigación son
públicos.
Además, también afecta a una de las bases del actual sistema de
conocimiento: las publicaciones científicas. La llegada de competidoras que
ofrecen sus contenidos en abierto (sin necesidad de suscribirse o comprar el
artículo) sacude la actual situación de las consagradas.
Muy interesante. En mi opinión los resultados de las investigaciones,siempre que fueran para el bien común de las personas, ya sea por ejemplo un avance en el campo de la medicina,si bien no hay que dejar de reconocer a quienes hayan realizado dichas investigaciones, deberían ser de dominio público, ya que de ese modo se contribuiría a un aprovechamiento más equitativo de los hallazgos y así lograr que la sociedad pueda tener acceso a esos beneficios que de ellos se deriven.
ResponderEliminarComparto en parte la opinión de Valeria. Estoy de acuerdo con que si los resultados de la investigación favorecen el bien común, los mismo deben ser compartidos. Pero el dilema esta en que significa compartir. Si el inventor al compartir, pierde parte de las ganancias de su investigación, estamos violando el derecho que tiene el intelectual a apropiarse de lo suyo y así, de una u otra manera, perjudicando el desarrollo de la investigación, creatividad e innovación en la Web.
ResponderEliminarSi la investigación ha sido financiada con fondos públicos, eso es una cuestión muy diferente; ya que el estado mira el bien común, y no busca en sus investigaciones simplemente un fin de lucro, como si lo hace un estudio financiado por fondos privados que buscan una rentabilidad.
Comparto la opinion de Maria Rosa,y creo que si los fondos destinados a las investigaciones son publicos, los resultados de la misma deberian ser compartidos.Si la investigacion generara alguna ganancia considero que se deberia repartir una parte a los investigadores como un incentivo para seguir descubriendo y la otra parte que vuelva al Estado.
EliminarVivimos en un mundo cada vez mas globalizado, en el cual se tiene un alto acceso a informacion de todo tippo, sobre todo apartir de la aparicion de la Internet. Ofrecer sus contenidos en abierto por parte de algunos cientificos claramente abre un debate sobre el tema.