miércoles, 10 de abril de 2013

Comparto el siguiente artículo que me pareció muy interesante y esta sumamente relacionado con nuestro tema ya que se basa en la era digital que estamos viviendo en la actualidad, por lo que creo que es importante conocer la misma para poder entender la propiedad intelectual en dicha era.
 Se refiere a que  no solo importa poder y saber acceder a las nuevas tecnologías sino hacer un uso eficiente de las mismas para lograr mejorar distintos aspectos de la sociedad y la vida cotidiana.




La era digital se ha instalado definitivamente entre nosotros, y como cada revolución tecnológica suscita miedos, alienta esperanzas, crea industrias y genera nuevas palabras. Examinar críticamente las promesas que nos traen las nuevas tecnologías -sin desaprovechar su potencial- parece un modo prudente de adentrarse en la sociedad de la información. Para que la revolución digital deje de ser -para amplios sectores- una promesa, es necesario no sólo poder acceder, sino también conocer críticamente y aplicar creativamente las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías pueden contribuir de modo decisivo a la cooperación internacional, a la paz, a la defensa de nuestra lengua y a extender el acceso a los bienes culturales, pero en la medida en que las condiciones de su diseño y utilización no se dejen libradas sólo a la propia inercia del proceso de innovación tecnológica. Hay que apropiarse de la tecnología con prudencia y con sobriedad. Para ello no basta la distribución masiva de ordenadores en las aulas, se requiere además hacer con urgencia una amplia pedagogía social del uso y de la producción de nuevos medios. Una de las manifestaciones más evidentes de la cultura digital es la transformación del lenguaje cotidiano. Ya se han instalado en nuestras prácticas discursivas decenas de términos que revelan hasta qué punto se ha metido la cultura digital en nuestra vida diaria: Internet, correo electrónico, páginas web, módem, formatos de archivo, velocidad de conexión, servidor, webcam, interfaz, escáner, compresión, listas de distribución, proveedores de acceso, operadores booleanos, puerto de impresora, foros de discusión, chats, cibercomunidades, medios virtuales, hipertextos, portales, etc. El desafío profesional al que nos enfrentamos en el terreno de la comunicación, no consiste simplemente en "adaptarse al cambio", como si de una moda se tratase, y tampoco se limita a prepararnos para utilizar con naturalidad un nuevo lenguaje. Lo que se plantea como exigencia es mucho más radical y pasa por comprender y controlar las nuevas características de los medios y de la comunicación pública. De lo que se trata es de ser protagonistas -no meros espectadores o cronistas- de la revolución tecnológica, para poder convertir en realidades las promesas de la era digital


Extraido de www.eradigitalservicios.com.ar

3 comentarios:

  1. Con respecto al lenguaje cotidiano que hemos incorporado, como consecuencia de la era digital instalada entre nosotros, me pereció bueno incorporar el del artículo que fue publicado en el Diario Clarín el día 26 de marzo en la que la empresa Google se opone a la incorporación de la palabra "ingoogeable" al diccionario sueco, haciendo referencia a algo que no se encuentra en Google. (Fuente:http://www.clarin.com/internet/Google-quiere-exista-palabra-ingooglable_0_889711240.html)



    INTERNET SUECIA
    Google no quiere que exista la palabra "ingoogleable"
    La empresa metió presión para que la retiren de los neologismos aprobados por el Consejo de la Lengua.

    A las pulseadas las gana el más fuerte y eso lo sabe de memoria Google que acaba de sumarse una nueva victoria. Ridícula, pero victoria al fin. El Consejo de la Lengua de Suecia reveló hoy que tuvo que retirar de su lista de neologismos la palabra "ingoogleable" luego de los insistentes pedidos del gigante estadounidense de Internet Google, que no desea se utilice su marca de forma negativa.

    Con "zlatanera" (dominar, imponer, en alusión al fuerte carácter del futbolista Zlatan Ibrahimovic) o "Tintingate" (la polémica sobre el racismo en "Tintin en el Congo"), la palabra "ogooglebar" (ingoogleable en sueco) formaba parte de la lista de unas 40 nuevas entradas de neologismos aceptables en lengua sueca, y que fueron publicadas en diciembre.

    La definición de la palabra ingoogleable decía: "que no es posible hallar en Internet con una motor de búsqueda". A Google que cree que lo puede ofrecer y dar todo en la Web todo le pareció un horror.

    Desde diciembre "la empresa Google intentó influenciar al Consejo de la Lengua" y trató de que se insertara una mención recordando que la marca estaba protegida. Eso le pareció un horror al Consejo que prefirió dar marcha atrás a dar el brazo a torcer.

    Así, el Consejo de la Lengua optó por renunciar a introducir el neologismo "por falta de tiempo y ganas de someterse a un procedimiento como el que Google intenta lanzar", dijo su presidenta Ann Cederberg. Del verbo "googlear", Google nunca se ha quejado.

    Fuente: AFP

    ResponderEliminar
  2. "...Hay que apropiarse de la tecnología con prudencia y con sobriedad...". Esa frase es la más captó mi atención, ya que nos deja entrever que en este actual mundo digitalizado no sólo es importante ir de la mano con los avances constantes en materia de tecnologías de información, sino que debemos realizar un "buen uso" de dichas tecnologías para que los beneficios se asomen. Ante este nuevo paradigma de la sociedad de la información, la propiedad intelectual es un tema que no debe perderse de vista, puesto que la facilidad de quebrantar los derechos de quiénes son creadores de obras,textos,libros,entre otros, se encuentra separada por una delgada línea.

    ResponderEliminar
  3. Comparto la opinión de mis compañeras.
    Creo que es muy importante saber opinar respecto de las novedades e innovaciones tecnológicas, investigando previamente para luego expresar una crítica constructiva.
    A si mismo, el hecho de informarse sobre "lo nuevo" hace que su utilización sea más eficiente.


    ResponderEliminar